Quién es Heriberto Salazar Amaya, el “fantasma” del Cártel de Sinaloa al mando de una de las mayores redes de fentanilo en Estados Unidos.

Heriberto Salazar Amaya, conocido como «El Fantasma», «Juan», «El Paisa» o «Viejo», es un ciudadano mexicano de 36 años identificado como líder de una de las mayores redes de tráfico de fentanilo en Estados Unidos, vinculada al Cártel de Sinaloa. Fue arrestado el 28 de abril de 2025 en Salem, Oregón, durante un megaoperativo de la DEA que resultó en el mayor decomiso de pastillas de fentanilo en la historia de la agencia: aproximadamente 4.2 millones de pastillas, junto con 11.5 kg de fentanilo en polvo, 7.5 kg de cocaína, 4.5 kg de heroína, 36 kg de metanfetamina, 4.4 millones de dólares en efectivo, 41 armas de fuego y siete vehículos de lujo.

Salazar Amaya operaba una red transnacional discreta y eficiente, conocida como HSA DTO (por sus iniciales), que distribuía fentanilo en al menos cinco estados: Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah y Oregón, con extensiones a Colorado. Su método, descrito como el «modelo Salazar», involucraba una logística meticulosa con mensajeros, vehículos de carga y «stash houses» (casas de almacenamiento) para distribuir grandes cantidades de fentanilo camuflado como oxicodona. Esta red funcionaba como una empresa criminal con jerarquías claras y procesos estandarizados, evitando la exposición directa de sus líderes.

A pesar de no tener un perfil público ni antecedentes en cortes de alto perfil, Salazar Amaya había sido deportado de Estados Unidos en 2010 y 2012, y se encontraba ilegalmente en el país al momento de su captura. Enfrenta cargos por conspiración para distribuir fentanilo, reingreso ilegal tras deportación, contratación de extranjeros no autorizados y conspiración para albergarlos. Junto a él, fueron arrestadas 15 personas, varias también en situación migratoria irregular, acusadas de participar en la red.

La fiscal general de EE.UU., Pamela Bondi, destacó la operación como un golpe significativo al Cártel de Sinaloa, enmarcándola en la lucha del gobierno de Donald Trump contra el fentanilo, que causa unas 75,000 muertes anuales en EE.UU. Las autoridades subrayaron que la cantidad de droga incautada podría haber causado un «daño incalculable». Salazar Amaya y los detenidos enfrentan penas severas, con la intención de mantenerlos en prisiones de alta seguridad en EE.UU. en lugar de deportarlos.

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